viernes, 1 de junio de 2012

Armonía Clásica Introducción 16


Constitución de la tonalidad – Parentesco de los sonidos

Cada uno de los doce sonidos de nuestro sistema moderno puede servir de punto de partida a una tonalidad.
Ya que por el efecto de una cadencia expresada o sobreentendida, uno cualquiera de los doce sonidos reviste el carácter de tónica, todos los otros son susceptibles de ser puestos en relación con dicho sonido, es decir pertenecer a su tonalidad.
Existe en efecto entre un sonido elegido como tónica (Do mayor por ejemplo) y cada uno de los otros sonidos de la escala, un parentesco más o menos inmediato, una afinidad más o menos grande, basada a la vez en el orden de quintas y en la resonancia armónica.
Este parentesco o esta afinidad puede ser limitada a tres categorías diferentes:

1. el parentesco de primer orden vincula la tónica a su quinta, superior o inferior (DO a Sol, DO a Fa) y a sus armónicos naturales consonantes (Do a Mi y a Sol).

2. el parentesco de segundo orden vincula la tónica a los armónicos naturales consonantes de su quinta superior e inferior (DO a si y a re por Sol, DO a la, por Fa).

Así, la armonía de las tres funciones tonales (DO-mi-sol, tónica. Sol-si-re, dominante, Fa-la-do, subdominante) contienen todos los sonidos vinculados a la tónica por el parentesco de primer o segundo orden. Este conjunto constituye la tonalidad diatónica, es decir, un grupo de siete sonidos principales, que, llevados al orden de genérico de quintas, se suceden regularmente entre la subdominante y la sensible:




3. Pero la tonalidad diatónica, que no ocupa más que la mitad del ciclo de quintas, es esencialmente incompleta si no le agregamos los cinco sonidos, vulgarmente llamados cromáticos, que se suceden regularmente entre la sensible y la subdominante, y forman la otra mitad del ciclo:





Los cinco sonidos complementarios forman parte integrante de la tonalidad, pero no tienen un rol tan preponderante como los siete sonidos principales, llamados diatónicos, ya que su parentesco con la tónica es más lejano y más complejo.
Este parentesco de tercer orden se establece dependiendo del caso de diversas maneras, y se extiende principalmente:
a.- a los armónicos naturales consonantes de los sonidos vinculados a la tónica por el parentesco de segundo orden, por ejemplo:

fa#, armónico de re, pariente de DO por sol
re#, armónico de si, pariente de DO por Sol
do#, armónico de la, pariente de DO por Fa

b.- a los armónicos de modo distinto provenientes de sonidos vinculados a la tónica por el parentesco de primer o segundo orden, por ejemplo:

mib, armónico inferior de Sol, pariente de DO
sib, armónico de re, pariente de DO por Sol

etc.


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