Las
relaciones simples.
El
oído humano, en efecto, procede siempre por las vías más simples
en el trabajo reflejo de comparación y clasificación, por el cual
aprecia las relaciones de los sonidos.
La
impresión especial de reposo y de satisfacción que provoca en
nosotros el escuchar el acorde perfecto, basado en las relaciones de
las vibraciones más simples de todas, es la mejor prueba de la
tendencia de nuestro espíritu.
No
es sorprendente que ya que el oído humano prefiere a los armónicos
naturales 7, 11, 13, -más complicados que los del acorde perfecto,
3, 5,- sonidos donde la relación de afinación puede establecerse
con los elementos mismos de este acorde, es decir con los más
simples de los números: 3 y 5.
Si
entonces el oído tiende a sustituir, al armónico 7 de la resonancia
superior por la nota sib de nuestro sistema temperado, esto se debe a
que ésta es la quinta de la quinta grave (1/3 de 1/3) del sonido
primario Do; es decir que las vibraciones del sib son a las de do
como las de do son a las de re, o como 1 es a 9.
La
relación de 1 a 9, es decir del tercio del tercio, es más
fácilmente apreciable que la del 1 al 7.
Podemos
explicar de la misma manera la preferencia de nuestro oído por el
verdadero fa#, tercera mayor (1/5) de re, más alto que el armónico
11, o por el sol#, tercera mayor de mi, más bajo que el armónico
13, etc.
Este
razonamiento matemático corrobora plenamente el hábito de nuestro
oído, que excluye instintivamente de nuestro sistema musical todos
los sonidos armónicos correspondientes a los números primos y a sus
múltiplos, a excepción de los números 3 y 5, constitutivos del
Acorde.
Así
se encuentran sucesivamente eliminados de la serie ilimitada de
números armónicos:
1°
los números pares (múltiplos de 2), como duplicaciones de octava;
2°
los números primos por arriba de 7 inclusive, así como sus
múltiplos, como demasiado complicados para nuestro oído.
clases de piano www.pabloziffer.com.ar
clases de piano www.pabloziffer.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario